lunes, 7 de febrero de 2011

Mi sueño no es americano, porque vivo la realidad del colombiano

Hace ya un poco mas de 19 años fue mi natalicio, pero, no fue tan común como el de todos los colombianos (o pues esa es la impresión de mis allegados). Todo por que nací en un país del cual no me siento ciudadano y, creo firmemente, nunca lo defendería pues esto representaría ir en contra de mis principios.

El primogénito de Luz Dari y Jorge (o sea, Yo), fue un varón, fruto de el amor que ellos, en algún tiempo, se profesaron. Pero no un varón cualquiera. Uno nacido en el país del cual el colombiano promedio desearía por lo menos haber pisado sus tierras y tener una foto en Disney World al lado del ratón insignia del burgués emporio, yo era un ciudadano americano, para envidia de muchos.

Algunos me podrán tildar de resentido, y si,  lo soy,  guardo un gran resentimiento de aquel país del norte, ese que trato a mis progenitores como foráneos no gratos; Donde tuvieron que reventar sus manos y sacrificar sus años pueriles por unos cuantos billetes. No obstante, mantener a sus familias. Unos cuantos billetes que devalúan y compran hasta pedazos de cielo.

Continúo cavilando y siento escozor de la tierra del ‘Tio Sam’, siento rabia por que con sus dólares compran mi fauna, compran mis tierras, y manejan a los gobernantes tercermundistas como fieles títeres de la gran compañía imperialista. Perdón, del gran país americano; con sus dólares compran conciencias, venden su imagen de nación mediática de conflictos y, mientras median, asesinan a los “terroristas” de medio oriente, evitando posibles atentados a su país, y al resto del mundo. Ahora bien, de paso aprovechan para buscar la manera de abastecer su fiebre petrolera.

Sólo quiero crear una reflexión, y no es mi intención satanizar el país donde nací, pero sí quiero dejar bien claro que no merecen el pedestal que les damos, no merecen ser vistos como un sueño, simplemente porque tampoco merecemos ser tratados como basura latinoamericana y, mucho menos, como drogadictos y narcotraficantes. ¡No todos somos así!, y, tal vez, finalmente son ellos los que con sus aspiraciones e Inhalaciones alimentan la producción del negocio ilegal.

Ahora bien para mí, ser Latino y en especial colombiano, no es simplemente beber aguardiente hasta el cansancio, y usar un sombrero “vueltiao” que me rotule como tal, para mi ser colombiano es admirar mis paisajes, valorar a la gente del suburbio que día a día salen a trabajar para llevar un diario a sus casas.

Siento que mi país es como mi madre y, como tal, debe ser respetada, honrada hasta el cansancio. Pretendo trabajar en mis tierras, y es que al fin y al cabo mi profesión no está ligada a la de unos cuantos niños burgueses que sueñan con ir a Harvard, ya que,  mientras ellos se proyectan con casa , carro,  mujer y beca, yo por el contrario soy de andar a pie, escuchar y embarrarme de pueblo. Ese fue el destino que escogí, mi carrera tiene el titulo ‘SOCIAL’, ¡Y no de adorno!, ¡es para ponerlo en la práctica!,  pero en mi país, por que es aquí donde realmente carecemos de este sentido, estamos desligados socialmente.

Espero haber conmovido algunos corazones, no por unos cuantos segundos; espero amemos este lugar que como muchos dicen es el mejor “vividero del mundo”… Pero recordemos que dentro del amor esta la palabra “respeto”, y no lo amemos con un pin que diga: “Colombia es pasión, amémoslo luchando los unos por los otros.”

Alejandro Gómez Niño.

5 comentarios:

  1. " Seamos realistas y hagamos lo imposible"
    Att: carolina

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  2. me gusto !!! un abrazo
    carolina

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  3. Nada mas lindo que cause una sonrisa que un apasionado por lo suyo y su país. verdad Mamorito?

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  4. es grato saber que existe juventud con anhelo de defender su pueblo me gusta mucho que este man resalte la verdaddera basura que nos consume con su puto consumismo y la explotacion de recursos suministrando su sed de consumismo YO VIVO UN SUEÑO LATINOAMERICANO

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  5. Conmovedor, pero a la hora de generar un fecundo de conciencia para promover ello que el pan diario dtermina como libertario, se debe ser más conciso y contundente. Proponer en las mentes que admiran este texto una inquietante razón para generar un cambio desde su posición, y que al final de la última puntuación se exhale un aire de convencimiento y no lastima por lo que se esta viviendo.
    Aún así, muy bueno :)

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