viernes, 25 de febrero de 2011

Una tregua

Cuando inicia la semana, generalmente estoy preparado para soportar el peso de vivir un país en donde el caos es interminable e increíble. Inicio con la fuerza que se necesita para entender la polaridad inimaginable del mundo; las múltiples maneras de pensar de los seres humanos -las cuales viven un conflicto constante-; las interminables luchas ideológicas, religiosas y de intereses; las violaciones a los derechos humanos; el irrespeto y la falta de cuidado al planeta tierra y a los seres que lo habitan –diferentes a los seres humanos-, con la situación medioambiental actual; los golpes dados a los acuerdos creados para la convivencia pacífica en el mundo; para entender que en mi país el 75% de sus habitantes son pobres y que muchos consideran que esta es una estadística exagerada.

Sin embargo, hay días en los que la mente no soporta tanto peso. Inicia el atardecer  en viernes y  apenas la luna va asomando con su sombra, el cuerpo pide descanso, la mente quiere pensar en cosas agradables, quiere imaginar el mundo con los ojos de un niño, al que sólo le interesa divertirse y estar con sus amigos, dándole golpes a un balón y pretendiendo meter un gol en una cancha imaginaria o improvisada en el garaje de su casa.

He aprendido que las relaciones humanas también se definen y se edifican teniendo en cuenta sus conflictos, eso quiere decir que no debo aterrarme por lo que veo a diario. Creo que por eso estoy preparado todos los lunes para aprender y analizar la realidad que vivimos a partir de estas situaciones. Además que siempre me pica el animal que me obliga a preguntarme muchas cosas, a ver más allá de lo que me muestra un solo noticiero o un sólo periódico cada domingo a través de sus titulares, y esto es tener la paciencia para escuchar noticias desde las 6 am y llegar a las 9 pm y aún estar pendiente de tanta cosa.

Estas últimas semanas han sido fuertes para el mundo, creo que no soy el único estudiante de periodismo que se encuentra agotado y ahogado (claro, esto aplica para los que nos interesan estos temas y sufrimos por conocerlos), y ni qué decir de los periodistas activos, para los cuales tanta noticia es como carne fresca para lobos. Este es nuestro trabajo y hay que aprovechar la oferta informativa.

Las revueltas en el mundo árabe, Wikileaks en Colombia, paro de camioneros, juicios a periodistas que intentan defender el derecho a la información, desmovilizados, liberados, invierno, narcotráfico, cumbre de periodismo en Madrid –lo cual me parece un evento importantísimo al que no se le dio mucho revuelo-, bandas criminales colombianas, tercer canal de televisión privado, ministro de defensa acosado y ni hablar del de transporte, una unión nacional que no está tan unida como parece, políticas de drogas, minería, entre otros muchos más temas de interés.

Qué más quisiera yo que ver, por lo menos a mi país, un poco menos escandaloso. Que su protagonismo en el mundo fuera más por noticias que sobresalgan y no por escándalos políticos. Por ahora, en medio del afán de los acontecimientos y con la intención de no olvidar ninguno de ellos, hay que seguir estudiándolos, seguir analizándolos y buscar las salidas adecuadas para hacer menos densa la vida de las generaciones futuras. Sé que no es una tarea fácil, que soy un grano de arena en una playa que va del norte al sur de Latinoamérica recorriendo el pacífico, pero creo que lo único que se necesita es tener la intensión de cambiar el mundo… por lo menos un poquito.

Ser consciente de la responsabilidad de esta generación me hace olvidar el cansancio mental. Y además, como dicen en uno de los noticieros: El mundo no se detiene y las noticias tampoco. 


Javier Abril

2 comentarios:

  1. Que bueno Javi!! Tienes toda la razón, muchas veces vamos por la vida sin importar que pase a nuestro alrededor y es importante el aporte así sea mental de alguien que nos haga reflexionar e incitarnos a un cambio social.. Debemos movernos al ritmo que el mundo se mueve pero no simplemente ir por ahí como si no pasara nada sino comprometernos con nuestra realidad..! Un abrazo Javi.. Felicitaciones!

    Laura Carrillo Rojas

    ResponderEliminar
  2. Me parece que tenés una actitud madura ante la realidad. Me gustó lo de "He aprendido que las relaciones humanas también se definen y se edifican teniendo en cuenta sus conflictos..."

    ResponderEliminar